Una de las modificaciones más importantes será que el muro dejará de ser el centro neurálgico, para darle paso a la portada, que contará con una foto grande en posición horizontal en la parte superior. La imagen de perfil se mantendrá cuadrada sobre el lado izquierdo.
Además, las acciones son más directas y se podrán cambiar las imágenes
con un solo clic. Debajo de estos dos retratos, y a modo de resumen, se
suman cuatro líneas sobre información del usuario, con cuatro cajas con
fotos en miniatura, que funcionarán como un acceso directo a las
páginas que nos gustan, los amigos más cercanos y los lugares visitados.
Estas ventanas se pueden cambiar por notas, aplicaciones, juegos o lo
que se use con más frecuencia.
Otra de las novedades será la biografía, a través de la cual Facebook convertirá la vida de las personas en una revista con un eje central que funciona como hilo temporal y del que salen todas sus acciones en cada una de las columnas.
Esto permitirá la posibilidad de agregar hechos desde el nacimiento del usuario, y se podrá consultar lo que se hizo desde el primer día en Facebook a través de un acceso directo ubicado a la derecha de la pantalla.
Esta transformación en los perfiles se irá dando de manera
progresiva, por lo cual la red social sacó una solución intermedia.
Junto a las opciones de añadir localización y foto, aparecen cinco
iconos que cambian al pasar el mouse por encima, destinados a cinco
opciones diferentes sobre la información personal.
Por último, y entre los cambios que ya están disponibles, aparecen
las suscripciones, algo que acerca a Facebook con Twitter, y que permite
conocer información de determinadas personas sin ser necesariamente su
amigo.
Bibliografía Consultada:
Infobae